martes, 21 de febrero de 2012

Reflexines post-pueblo


Es curioso,no? Como el mismo sitio puede evocar según en que momentos recuerdos y sentimientos tan contradictorios. Como ha habido épocas de mi vida en las que no he podido sobrevivir ni un solo fin de semana sin respirar el aire que contiene sus calles, sin la montaña rusa de emociones y la resaca emocional de los domingos. Y como otras me he visto en la necesidad de huir y refugiarme en la densa capa de contaminación que cubre Madrid y,de paso,mis recuerdos.

Llevaba tiempo sin aparecer,pero dicen que tu hogar se encuentra donde está tu corazón, y el mío,esa masa informe que como reza Sabina está cerrado por derribo,no tardó en recordarme que si alguna vez echó raíces fue sin duda en aquellas calles con olor a leña quemada.

El repicar de las campanas,la sombra del recuerdo acechando en cada rincón,el viento gélido con olor a jara,las sonrisas de los de siempre,las últimas huellas de mi otra forma de vivir, una torre de vasos,un desfile de carnaval,los mismos comentarios sobre la banda de música,las mismas anécdotas que nos hicieron reír...

Todo cambia. Crecemos,maduramos,huímos de lo que nos recuerda lo débiles que llegamos a ser.

Pero es reconfortante comprobar que algunas cosas continúan en el lugar exacto en el que deberían estar.

Madrileña de nacimiento, alicantina de sentimiento,vallekana de padrón y,sobretodo y ante todo,tembleña de corazón.

jueves, 16 de febrero de 2012

Once upon a time...

Nunca se me dieron bien las frases cortas.
Eso por no hablar de los terribles resúmenes de mi época de estudiante... Supongo que es como aquel tema de la maleta del que ya escribí una vez: meter sólo lo indispensable... ¿Indispensable para quién? Porque os prometo que, en lo que a mí respecta, sin todos esos adjetivos y frases eternamente yuxtapuestas, no soy nadie.
Y es por eso por lo que he tardado todo el día en decidir un buen título para mi blog. Lo sencillo ha sido la elección de diseño y color, los fondos, las letras, esas cosas que requieren de gusto pero no de síntesis. Me parecía imposible concentrar en una sola frase todo lo que pretendo que signifique este nuevo proyecto.
Y soy literariamente cabezota, mucho, y si una frase me gusta acabaré por encajarla de algún modo, aunque para ello, como en este caso, tenga que "robársela" al título de una canción de Extremoduro. Aunque más que robo, prefiero llamarlo "homenaje", que siempre estará mejor visto y que, dicho sea de paso, se lo merecen.
Porque precisamente una "dulce introducción al caos" es lo que terminará por ser esta página, una especie de cajón desastre (con todo lo tópico que suena eso) donde irán a parar todas esas caóticas palabras que se revuelven en mi cabeza cada día y que nunca terminan de decidir hacia donde volar.
Y, como primera entrada, este once upon a time... principio de los grandes cuentos. Principio, por tanto, de todos los principios.
Sed bienvenidos a estos locos pensamientos, espero que disfruteis leyéndome tanto como yo lo hago escribiendo.
Besos desde la tierra, hoy con los pies bien apoyados...